lunes, 27 de abril de 2009

Simplemente "Mafalda"

“Toda Mafalda” es uno de mis libros de cabecera, en sí uno de los libros más leídos en mi casa. Mi hermana y yo nos lo paramos disputando varias veces…ella para distraerse antes de dormir y yo para relajarme después del trabajo…podemos haber leído los mismos chistes varias veces, infinidad de veces…pero igual sigue siendo uno de nuestros libros favoritos.

No recuerdo cuándo fue exactamente que comencé a leer las tiras de Mafalda, pues al principio leía Condorito. Creo que fue a partir de los 18 años, tal vez un poco más o un poco menos…no lo sé; pero lo que sí sé es que ya en mi etapa universitaria se volvió una necesidad leerlas. Como me dijo una amiga a través del Messenger, “son un clásico”.

¿Por qué?, porque nunca pasan de moda. Los cuestionamientos que hace Mafalda a la sociedad siguen vigentes…ya no existe la guerra fría, pero el mundo sigue lleno de conflictos; el comunismo se vino abajo, pero siguen las injusticias sociales y gente como la pequeña Libertad sigue esperando la revolución social. Se han inventado todo tipo de comidas…pero muchos niños siguen odiando la sopa…

En sí creo que todos tenemos algo de cada uno de los personajes de las tiras de Mafalda, unos más, otros menos; pero…¿quién cuando era niño, no deseaba como Felipe que le cayese un rayo a la escuela para no ir a clases?...o ¿quién no ha tenido alguna inocentada como Miguelito?

Eso es también lo peculiar de las tiras de Mafalda, que a pesar de la denuncia y crítica social, ella y sus amigos no dejan de ser niños…pese a que ya pasaron 50 años desde su primera publicación en 1964.

Estas reflexiones se me vinieron a la mente luego de leer en Internet que Quino, el padre de Mafalda, anunció que se tomará un descanso “hasta encontrar algún modo de renovar el enfoque de mis ideas o al menos nuevas formas en mi línea gráfica”.

Quino, cuyo nombre verdadero es Joaquín Salvador Lavado, escribió una carta con su puño y letra a la revista dominical “Viva” del diario Clarín, que reedita sus tiras cómicas.

En su carta dijo que resultó interesante volver a ver sus tiras “por la asombrosa actualidad que presentaban muchas de ellas, lo que prueba que tantos problemas que hoy nos agobian vienen repitiéndose gracias al talento que pone la sociedad en reciclar sus errores”.

Quino aclaró que no se está despidiendo, sino que solo se tomará un tiempo porque descubrió que él sufre el mismo mal que aqueja a la sociedad por “repetirme en mis temas y estilos de dibujo”, y por tanto considera su decisión como la más honesta en estos momentos.

Y bueno, mientras el padre de Mafalda se toma su descanso -esperemos que breve-, nosotros, los fieles seguidores de su hija, seguiremos disfrutando de cada una de sus tiras sea en periódicos o, como en mi caso, con “Toda Mafalda”, mi libro de cabecera y tal vez el de muchos.

…y como no podía faltar, un par de tiras de Mafalda, que también están disponibles en dibujos animados…¡ah!...su cumpleaños es el 29 de septiembre…

1 comentario:

  1. Mafalda es todo un clásico!!! quien no se divierte con las ocurrencias de Miguelito y la "maternidad" de Susanita. Uno de los mejores libros

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